Domingo 6 de Diciembre de 2020


La excelente imagen del astrónomo Terry Robison muestra a Abell 35, una nebulosa planetaria bipolar localizada en la Constelación de Hydra. Tiene cierto parecido con el disco interno de la popular Nebulosa Helix NGC 7293, sin embargo Abell 35 es mucho más antigua y se encuentra mucho más lejos. Situada a unos 1.170 años luz de la Tierra, es una de las nebulosas planetarias más grandes y lejanas conocidas. Su tamaño aparente y su distancia indican un tamaño de unos 5,2 años luz de diámetro. Se trata de un sistema estelar binario cuya estrella principal es una cromosférica activa y ultravioleta muy caliente. La transferencia de masa hacia la compañera explica la morfología bipolar de este tipo de nebulosas planetarias. La formación de los sistemas binarios todavía es objeto de estudio y representa un desafío a las teorías de la evolución de las estrellas binarias. Las mediciones espectroscópicas revelan que la pareja está girando muy rápidamente, casi lo suficiente como para romperse. Una de las estrellas es una enana blanca. Las increíbles fuerzas generadas por la rotación de la enana blanca produjo hace miles de años el desprendimiento de sus capas externas. Esto ha generado la nebulosa planetaria circundante que podemos ver hoy.
El resplandor es causado por la radiación ultravioleta de la enana blanca, que ioniza la capa de material en expansión a medida que viaja hacia el espacio. El arco de choque que se aprecia en el centro de la nebulosa, rodea a la estrella principal y es generado por su movimiento a través del gas que hay entre las dos estrellas. Es raro observar nebulosas planetarias cuyas estructuras en forma de onda y brillos localizados en regiones gaseosas o distorsiones sugieran movimiento, como por ejemplo las nebulosas del Cráneo de Fuego ó Cabeza del Mono. George Ogden Abell identificó por primera vez esta nebulosa planetaria en 1966, más tarde fue observada por Stewart Lane Sharpless, que culminó su catálogo y la incluyó como Sh2-313. La recopilación de datos que Terry Robison tomó de éste objeto, abarcó tres años en múltiples ubicaciones utilizando diferentes cámaras montadas sobre el mismo telescopio. Definitivamente es dificil de captar ya que su bajo brillo superficial obliga a tomar exposiciones muy largas para recoger la mayor cantidad de datos posible. Las dos llamativas estructuras a veces llamadas tuberías, contienen una fuerte señal de Ha y OIII. En el campo de visión se pueden observar claramente el color y el brillo de las galaxias que pueblan el fondo cósmico, incluso a través de la nebulosa. Detalles técnicos.
Fotografía Original
Crédito: Terry Robison
Nombre | RA | DEC | Magnitud | Datos |
Sh 2-313 / PN A66 35 / PN A55 24 / PN G303.6+40.0 / PK 303+40 1 / BD-22 3467 GSC 06697-00077 / HIP 62905 / SAO 181201 / WD 1250-226 / CD-22 9659 2MASS J12533279-2252224 / Gaia DR2 3499149202247569536 |
12:53:32.7840615552 | -22º 52' 22.614854036'' | V = 9.69 | Simbad |