Miércoles 4 de Abril de 2018
Los antiguos homínidos pintaban representaciones de sus jornadas de caza en las cuevas donde se resguardaban de la intemperie. En la detallada imagen de Sébastien Gozé, procesada con los filtros hidrógeno alfa y oxígeno, se pueden distinguir dos formas que nos resultan muy familiares, que están ubicadas en la constelación de Geminis. En la parte de arriba de la imagen está la nebulosa de reflexión IC 444, si inclinamos la cabeza un poco a la derecha podemos apreciar uno de los típicos bisontes que aparecen en las cuevas de Altamira, España, en la que dichos homínidos dejaban huella de sus cacerías. debajo, como pintada de manera magistral, se encuentra la Nebulosa de la Medusa, catalogada como IC 443 y Sh2-248, es un remanente de supernova, la huella distante de la explosión de una estrella masiva situada a unos 5.000 años luz de la Tierra y muy cerca de la estrella Eta Geminorum.
La supernova de éste remanente pudo suceder hace entre 3.000 y 30.000 años. El mismo evento de supernova probablemente creó la estrella de neutrones CXOU J061705.3 + 222127, lo que queda del núcleo de la estrella colapsada. IC 443 es uno de los casos mejor estudiados de restos de supernova que interactúan con las nubes moleculares circundantes. La morfología óptica y de radio tiene forma de concha, sin embargo en rayos X tiene un pico central y una capa de rayos X muy suave y apenas visible. A diferencia por ejemplo del remanente de la Nebulosa del Cangrejo, la emisión de rayos X interna no está dominada por el viento central del pulsar, sino por temperatura. IC 443 muestra características muy similares a la clase de morfología mixta. Las emisiones ópticas y de rayos X son fuertemente absorbidas por una nube molecular gigante en primer plano. Recientes observaciones del Observatorio de rayos X Chandra y el Telescopio Espacial XMM-Newton, identificaron una nebulosa plerion, cerca del borde sur del remanente.
La fuente puntual cerca del vértice de la nebulosa es una estrella de neutrones, reliquia de una antigua explosión de supernova. El remanente está evolucionando en un entorno rico y complejo, que afecta fuertemente su morfología. Las observaciones de múltiples longitudes de onda muestran la presencia de gradientes de densidad nítidos y diferentes geometrías de nubes en los alrededores del IC 443. Se sabe que las estrellas masivas son efímeras (aproximadamente 30 millones de años) y terminan su vida cuando todavía están incrustadas en la nube progenitora. Las estrellas más masivas de tipo O, probablemente limpian el entorno circumestelar mediante poderosos vientos estelares o radiación fotoionizante. Las estrellas con una masa de entre 8 y 12 veces la masa del Sol, no son capaces de esto, y es probable que interactúen con la nube molecular primordial cuando explosionan.
Por lo tanto, no es sorprendente que el SNR IC 443, que se cree que es la consecuencia de una explosión estelar, evolucionó en un entorno tan complejo. Por ejemplo, una fracción apreciable de restos de supernova se encuentra cerca de densas nubes moleculares, y la mayoría de ellos muestran claros signos de interacción con la nube adyacente. El carril de polvo oscuro que divide la cabeza de los tentáculos de la medusa, probablemente se encuentre entre la medusa y el observador. los filamentos de la medusa interactúan en un entorno muy diferente, el choque directo ha encontrado una pared de hidrógeno neutro (HI) y se está propagando en un medio menos denso y con una velocidad mucho más alta de entre 80 y 100 km/s, que en la zona de la cabeza. En la región occidental, la onda de choque se transforma en un medio más homogéneo y enrarecido. Detalles técnicos.