Domingo 17 de Mayo de 2020
Esta imagen de la galaxia espiral NGC 3344, ubicada a unos 20 millones de años luz de la Tierra, es una composición de imágenes tomadas a través de siete filtros diferentes, cubren longitudes de onda desde la ultravioleta hasta la óptica y el infrarrojo cercano. Juntos crean una imagen detallada de la galaxia y permiten a los astrónomos estudiar muchos aspectos diferentes de la misma. Las galaxias espirales son algunas de las vistas más espectaculares del cielo, pero para un observador no todas tienen el mismo aspecto. Algunas se ven de canto, dando a los astrónomos una excelente idea de la estructura vertical de la galaxia, otras se ven en oblícuo, dando una idea del tamaño y la estructura de los brazos espirales; mientras que otras se ven de cara, mostrando sus brazos y su núcleo brillante en todo su esplendor. Localizada en la Constelación de Leo Minor ó Cachorro de León, NGC 3344 se ve desde una perspectiva frontal impresionante. Con la mitad del tamaño de la Vía Láctea, se clasifica como una galaxia espiral débilmente barrada.
La barra central es solo visible en esta imagen, tomada con la cámara 3 de campo amplio del Telescopio Espacial Hubble, en la que se aprecia un carril alargado de estrellas, que cruza el núcleo de la galaxia. Los astrónomos estiman que dos tercios de todas las galaxias espirales tienen barra estelar, incluida nuestra propia Vía Láctea. La capacidad del Hubble para observar objetos celestes en diferentes longitudes de onda nos permite ver más que solo los brazos espirales que rotan al centro de una hermosa espiral. Los brazos espirales giratorios son el lugar de nacimiento de nuevas estrellas, cuyas altas temperaturas hacen que brillen en azul, lo que hace que sean fácilmente identificables en esta imagen. Las nubes de polvo y gas distribuidas a través de los brazos espirales, que brillan intensamente en esta imagen, son depósitos de material para crear aún más estrellas. Las brillantes estrellas en forma de joya a la izquierda de la imagen, están mucho más cerca del Sistema Solar, pertenecen a nuestra propia galaxia y acaban de ser fotografiadas en esta imagen del Hubble.
Si bien su orientación frontal revela mucho sobre la estructura detallada de NGC 3344, esta galaxia sigue siendo enigmática. Los astrónomos han notado que algunas de sus estrellas exteriores se mueven de una manera extraña. A menudo, la alta concentración de estrellas en el centro de una galaxia puede afectar a los movimientos de las estrellas externas, pero este no parece ser el caso de NGC 3344. Los astrónomos sospechan que estas estrellas externas de comportamiento extraño pueden haber sido robadas de otra galaxia, después de un encuentro cercano que tuvo lugar hace mucho tiempo. La ubicación de NGC 3344 también es intrigante. Nuestra galaxia es parte del Cúmulo de galaxias Grupo Local, que se compone de aproximadamente otras 40 galaxias, siendo la Galaxia de Andrómeda Messier 31 el miembro más grande. Pero NGC 3344 no es parte de un vecindario galáctico local como nosotros. En realidad, es parte de una pequeña gravedad que conduce al enorme Supercúmulo de Virgo, una gigantesca colección de varios miles de galaxias. Pero destaca sobre estas miles de galaxias por su belleza, que nos muestra la elegancia del Universo.