Viernes 24 de Febrero de 2017
Esta nueva imagen del Telescopio de rastreo VST del Very Large Telescope, situado en el Observatorio Paranal de ESO, muestra el notable supercúmulo estelar Westerlund 1. Este cúmulo excepcionalmente brillante se encuentra a unos 16.000 años luz de la Tierra y ubicado en la Constelación El Altar. Contiene cientos de estrellas muy masivas y brillantes, todas ellas tienen tan sólo unos pocos millones de años de edad, son estrellas bebés para los estándares estelares. Pero nuestra visión de este grupo se ve obstaculizada por gas y polvo que impide que la mayor parte de la luz visible del cúmulo estelar llegue a la Tierra. Ahora los astrónomos que estudian las imágenes de Westerlund 1, tienen un nuevo estudio de los cielos del sur, y han descubierto algo inesperado en este cúmulo. Alrededor de una de las estrellas, conocida como W26, una supergigante roja y posiblemente la mayor estrella conocida, se han descubierto nubes de gas de hidrógeno que brilla intensamente, y que se puede ver en esta imagen en color verde.
Este tipo de nubes que brillan intensamente alrededor de estrellas masivas son muy raras, y son aún más raras en torno a una supergiante roja. Esta es la primera nebulosa ionizada descubierta alrededor de una estrella de este tipo. W26 sería demasiado fría para hacer que el resplandor del gas brille. Los astrónomos especulan que la fuente de la radiación ionizante puede ser cualquiera de las estrellas calientes azules en otra parte del cúmulo, o posiblemente, una estrella compañera de W26 más débil, pero mucho más caliente. W26 con el tiempo explosionará como una supernova. La nebulosa que la rodea es muy similar a la nebulosa que rodea la Supernova 1987A, los restos de una estrella que se convirtió en una supernova en 1987. SN1987A era la supernova más próxima a la Tierra desde la descubierta en el año 1604, y como tal se le dió a los astrónomos una oportunidad para explorar las propiedades de estas explosiones. El estudio de objetos como esta nueva nebulosa alrededor de W26, ayudará a los astrónomos a comprender los procesos de la pérdida de masa alrededor de estas estrellas masivas, que eventualmente conducen a su explosiva desaparición.