Domingo 14 de Febrero de 2016


Los supercúmulos estelares son grupos de cientos de miles de estrellas muy jóvenes unidas por gravedad en un espacio increíblemente pequeño. Representan los ambientes más extremos en los que las estrellas y los planetas pueden formarse. Hasta ahora, los supercúmulos estelares solamente se sabía que existían muy lejos, sobre todo en parejas o en grupos de galaxias que interaccionan. Sin embargo, un equipo de astrónomos europeos han utilizado los telescopios de ESO para descubrir un objeto monstruoso dentro de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, casi en nuestro propio patio trasero. La enorme estructura se oculta detrás de una gran nube de polvo y gas, motivo por lo qué se tardó tanto tiempo en dar a conocer su verdadera naturaleza. Se le conoce como Westerlund 1 y está mil veces más cerca que cualquier otro supercúmulo estelar conocido hasta el momento.
Está lo suficientemente cerca como para que los astrónomos ahora puedan sondear su estructura con cierto detalle. Westerlund 1 contiene cientos de estrellas supermasivas, algunas con un brillo de casi un millón de veces el del Sol y unas dos mil veces más grandes que nuestra estrella, tan grande como la órbita de Saturno. En efecto, si el Sol se encuentrase en el corazón de este notable cúmulo, nuestro cielo estaría lleno de cientos de estrellas tan brillantes como la Luna llena. Westerlund 1 es un laboratorio natural único para el estudio de la física estelar extrema, ayudando a los astrónomos a descubrir cómo las estrellas más masivas de nuestra galaxia viven y mueren. A partir de sus observaciones, los astrónomos concluyen que este cúmulo extremo contiene probablemente más de 100.000 veces la masa del Sol, y todas sus estrellas están situados dentro de una región de menos de 6 años luz de diámetro. Westerlund 1 se presenta pues como el cúmulo joven compacto más masivo identificado en la Vía Láctea.