Lunes 19 de Enero de 2015
Esta
es una impresionante imagen de la nebulosa NGC
3603, la nítida resolución de Telescopio Espacial Hubble capta las
diversas etapas evolutivas de las estrellas en una sola vista. En la
parte superior derecha de centro está la supergigante azul llamada Sher
25. La estrella tiene un anillo circular único de gas
brillante que es un gemelo galáctico al famoso anillo de la Supernova 1987A. El color gris azulado del anillo y las salidas bipolares indica
la presencia de procesado de material químicamente enriquecido. Cerca
del centro de la vista está el llamado cúmulo estelar dominado por
jóvenes y calientes estrellas tempranas de tipo O. Un torrente de
radiación ionizante y los vientos estelares rápidos de estas estrellas
masivas ha fundido una gran cavidad en el cúmulo. La prueba para la
interacción de la radiación ionizante con material de la nube molecular
de hidrógeno frío son los pilares gigantes gaseosos a la derecha y la
parte inferior izquierda del grupo, que son esculpidos por los mismos
procesos físicos como los pilares que el Hubble fotografió en la Nebulosa del Águila M16.
Las
nubes oscuras en la parte superior derecha son llamados glóbulos de
Bok, que están probablemente en una etapa más temprana de formación
estelar. En la parte inferior izquierda del grupo hay dos compactas
nebulosas de emisión en forma de renacuajo. Estructuras similares fueron
encontrados por el Hubble en la Nebulosa de Orión M42, y se han interpretado como el gas y
el polvo de la evaporación de los discos protoplanetarios, discos que se forman alrededor de las estrellas recién nacidas que luegos servirán para formar planetas. Estos discos
en NGC 3603 son de 5 a 10 veces más grandes en tamaño y por lo tanto
también más masivos. Esta visión única ilustra muy bien todo el ciclo de
vida de las estrellas, empezando por los glóbulos de Bok y pilares
gaseosos gigantes, seguidos de discos circunestelares, progresando y
evolucionado a estrellas masivas en el cúmulo estelar joven. La
supergigante azul con su anillo y flujo bipolar marca el final del ciclo
de vida.
Fotografía original
Crédito: Wolfgang Brandner (JPL / IPAC), Eva K. Grebel (Univ Washington), Usted-Hua Chu (Universidad de Illinois en Urbana-Champaign) / NASA