Sábado 4 de Agosto de 2018
NGC 2246, popularmente conocida como Nebulosa Rosetta, es una región HII grande y circular, ubicada en el borde de una gigantesca nube molecular localizada en la constelación del Unicornio Monoceros, situada en el plano galáctico de la Vía Láctea. El cúmulo estelar abierto NGC 2244, también catalogado como Caldwell 50, está estrechamente asociado con la nebulosa, en virtud de que las estrellas del cúmulo se han formado de la materia de la Nebulosa Rosetta. La designación NGC 2237 es parte de la nebulosa, y se utiliza también para denominar a la nebulosa completa, en la imagen se ven como caminos de polvo oscuro situados justo encima y a la derecha del centro de la nebulosa. NGC 2238 es la parte situada a la derecha del centro de la nebulosa, pero también es utilizado para la nebulosa completa. NGC 2239 es la parte más brillante en un blanco azulado intenso situado a la derecha del centro de la nebulosa, esta parte fue descubierta por John Herschel. NGC 2244 es el cúmulo de estrellas abierto incrustado dentro de la nebulosa, justo debajo del centro, que fue descubierto por John Flamsteed en 1690. NGC 2252 es el cúmulo estelar abierto situado arriba y a la izquierda del centro de la nebulosa. Rosetta es una nebulosa gigante que mide unos 130 años luz de diámetro, y se encuentra a una distancia de entre 4.900 y 5.200 años luz de la Tierra, este dato varía según las fuentes.
La radiación de las estrellas jóvenes excitan los átomos de la nebulosa, haciendo que emitan la radiación que hace brillar a la nebulosa. La masa de la nebulosa se estima en unas 10.000 veces la masa del Sol. Se piensa que el viento estelar de un grupo de estrellas de tipo O y B está ejerciendo presión sobre la nube, causando su compresión y aumento de temperatura, y generando la formación de estrellas en la nebulosa. Esta formación estelar está aún en curso. Una imagen de la nebulosa tomada por el Observatorio de rayos X Chandra en el año 2001, ha permitido observar la zona de las estrellas jóvenes y calientes que están en el centro de la nebulosa Roseta. Las estrellas han calentado el gas que las rodea a una temperatura del orden de 6 millones de grados kelvin, haciendo que emitan grandes cantidades de rayos-X. El cúmulo de estrellas es visible con binoculares y puede apreciarse muy bien con un telescopio pequeño. La nebulosa en cambio es más difícil de detectar visualmente, y requiere de un telescopio más grande con un bajo aumento. Es necesario un cielo oscuro, sin polución luminosa, para la observación. El color rojo no se detecta visualmente, aunque sí en las imágenes fotográficas. Este típico color rojo de las nebulosas es producido por la emisión de los átomos de hidrógeno a través del fenómeno conocido como fluorescencia. Detalles técnicos.