Viernes 31 de Septiembre de 2018
Antares es el nombre de la estrella α Scorpii , la más brillante de la Constelación de Escorpión, brilla con magnitud aparente de 1,09 y es la decimosexta estrella más brillante del cielo nocturno. Junto con Aldebarán (α Tauri), Espiga (α Virginis) y Regulus (α Leonis). Se trata de una estrella supergigante roja de clase M1 situada aproximadamente a 550 años luz de la Tierra. Se acerca al Sistema Solar a una velocidad de 3,4 km/s, este valor se debe tanto a su movimiento propio como al movimiento del Sol alrededor del centro de la Vía Láctea. Tiene una temperatura superficial de solo 3.600 K, por lo que emite una considerable fracción de su luminosidad en el espectro infrarrojo, siendo su luminosidad bolométrica 60.000 veces superior a la luminosidad solar. A partir de su temperatura y luminosidad se puede estimar su radio en 883 radios solares, igual a 3 unidades astronómicas, o lo que es lo mismo 3 veces la distancia de la Tierra al Sol. Si estuviese en el centro del Sistema Solar, su superficie se extendería entre las órbitas Marte y Júpiter, englobando prácticamente la totalidad del cinturón principal de asteroides. La medida de su diámetro angular da como resultado un radio aún mayor de 3,4 ua. Su masa se estima entre 15 y 18 masas solares. Dicho valor, unido al hecho de que esté en la etapa de supergigante roja, indica que Antares no está muy lejos de estallar como una espectacular supernova, lo que podría suceder en el próximo millón de años, pudiendo dejar como remanente una estrella de neutrones o un agujero negro.
Su luminosidad en el espectro visible es 10.000 veces mayor que la del Sol, y su descomunal tamaño en comparación con su masa da como resultado una densidad media muy baja, mucho menor que la del Sol. Asimismo, es una variable semirregular pulsante, desde cuya superficie sopla un viento estelar que hace que la estrella se encuentre envuelta en una nube de gas, que se ve en la imagen en color amarillo. Antares forma un sistema binario con una estrella blancoazulada de clase B2, Antares B, separada visualmente por 3 segundos de arco. La separación en el espacio entre ambas estrellas es de aproximadamente 550 ua y el período orbital puede ser de unos 2.500 años. Esta compañera tiene una magnitud de 5,5 y su luminosidad es 370 menor que la de su brillante compañera, a pesar de que es 170 veces más luminosa que nuestro Sol. Ha sido descrita frecuentemente como de color verde o esmeralda, probablemente por un efecto de contraste, y fue descubierta por Johann Tobias Bürg en 1819 durante una ocultación lunar. Alrededor del 31 de mayo es la mejor época del año para observar Antares porque es cuando la estrella se encuentra en oposición al Sol. En ese momento Antares sale en el ocaso y se oculta al amanecer. En esa situación es visible a lo largo de toda la noche, dependiendo, claro está, del lugar de la Tierra donde nos encontremos. Durante al menos dos o tres semanas antes y después del 30 de noviembre la estrella no es visible por el deslumbrante Sol.
Este periodo es más largo en el hemisferio norte debido a que la declinación de la estrella se sitúa significativamente hacia el sur del ecuador celeste. Antares está entre las cuatro estrellas más brillantes cerca de la elíptica, por eso empieza a ser visible de madrugada, unas pocas horas antes del alba, durante los meses de febrero, marzo y abril, y ya a finales de la primavera puede verse al caer la noche. En la región llena de colores cerca de la estrella Antares, existe una alargada nebulosa oscura llamada El Río Oscuro, que fluye hacia abajo en la imagen (superior) de Lóránd Fényes, Encima del río oscuro, la gigante roja Antares crea una extraña y resplandeciente nebulosa de un intenso color amarillo, a la izquierda, el sistema estelar binario azul Rho Ophiuchi, se encuentra incrustado en una de las nebulosas de reflexión azuladas más típicas. Otras nebulosas rojas de hidrógeno molecular estan diseminadas por toda la región. Encima de la estrella Antares se encuentra uno de los cúmulos estelares más densamente poblados, catalogado por Charles Messier con el número 4, aunque el Cumulo globular M4 se sitúa muy por detrás del colorido y espectacular complejo nebuloso, a una distancia de unos 7.000 años luz de la Tierra, comparativamente más lejano que El Río Oscuro cuya distancia se estima en 500 años luz de nosotros. El incomparable marco de colores abarca casi 10 grados en el cielo, o lo que es lo mismo 20 veces el tamaño de la Luna llena. Detalles técnicos.