Martes 17 de Mayo de 2016
Con el aspecto de una potal de vacaciones de colores, esta imagen del Telescopio Espacial Hubble revela una nebulosa verde y rojo vibrante lejos de la Tierra, donde la naturaleza parece haber puesto los colores tradicionales de la temporada. Estos colores producidos por la luz emitida por el oxígeno y el hidrógeno, ayudan a los astrónomos a investigar los procesos de formación estelar en las nebulosas como NGC 2080. La apodada Cabeza de Fantasma es una cadena de regiones de formación estelar que se extiende al sur de la nebulosa 30 Doradus en la Gran Nube de Magallanes, que han atraído una atención especial. Estas regiones se han estudiado en detalle con el Hubble y durante mucho tiempo han sido identificados como sitios únicos de formación de estrellas. 30 Doradus es el mayor complejo de formación de estrellas en todo el Cúmulo de galaxias Grupo Local.
La luz de la nebulosa capturada en esta imagen es emitida por dos elementos, el hidrógeno y el oxígeno. El rojo y la luz azul son de regiones de gas de hidrógeno calentado por las estrellas cercanas. La luz verde de la izquierda proviene del oxígeno que brilla intensamente. La energía para iluminar la luz verde es suministrada por un potente viento estelar, una corriente de partículas de alta velocidad, procedente de una estrella masiva en las afueras de la imagen. La región blanca en el centro es una combinación de las tres emisiones e indica que existe un núcleo de estrellas masivas y calientes en esta región de formación de estrellas. La emisión intensa de estas estrellas ha labrado una cavidad en forma de cuenco en el gas circundante.
En la región de color blanco, las dos áreas brillantes son los ojos del fantasma, denominados A1 izquierda y A2 derecha, son muy calientes e incandescentes manchas de hidrógeno y oxígeno. La burbuja en A1 es producida por el calor y la radiación intensa por el poderoso viento estelar de una sola estrella masiva. A2 tiene una apariencia más compleja debido a la presencia de más polvo, y contiene varias estrellas ocultas y masivas. Las estrellas masivas en A1 y A2 deben haberse formado en los últimos 10.000 años, ya que sus pantallas térmicas de gas natales aún no se ven afectadas por la poderosa radiación de las estrellas recién nacidas. El equipo de investigación observó que la excelente resolución del Hubble es esencial para ver las distintas funciones de la nebulosa y comprender mejor la formación de estrellas masivas en esta interesante región de la Vía Láctea.