Jueves 11 de Febrero de 2016
Hace diez años, el 14 de enero de 2005, la sonda Huygens de la ESA, lanzada desde la Cassini, aterrizó en Titán, el satélite más grande del planeta Saturno. Estos paneles muestran unas fotografías de ojo de pez hechas durante el lento descenso en paracaídas de la sonda a través de la densa atmósfera de Titán. Captadas por el radiómetro de la sonda, éstas fotografías van de los 6 kilómetros de altitud superior izquierda a 0,2 kilómetros inferior derecha sobre la superficie sorprendentemente similar a la de la Tierra, con canales oscuros, llanuras inundables y brillantes cordilleras.
Pero a temperaturas próximas a -290 ºC, los líquidos que fluyen por la superficie de Titán son metano y etano, es decir, hidrocarburos en lugar de agua. Después de hacer el aterrizaje más lejano jamás hecho por una sonda procedente de la Tierra, Huygens transmitió datos durante más de una hora. Estos datos, así como una década de exploración de la Cassini, muestran que Titán es un mundo que acoge una química orgánica compleja, una orografía dinámica, lagos, mares y un posible océano subterráneo de agua líquida.