Sábado 10 de Octubre de 2015
En la imagen vemos uno de los retratos más precisos y detallados obtenidos
hasta ahora de la galaxia cercana Messier 83. La imagen, captada con el
instrumento HAWK-I del Very Large Telescope, muestra a la
galaxia en luz infrarroja y demuestra el increíble poder de esta cámara.
La galaxia Messier 83 está ubicada a unos 15 millones de años luz de
distancia de la Tierra, en la Constelación de Hidra. Su extensión alcanza más de 40
mil años luz, sólo un 40 por ciento del tamaño de la Vía Láctea, pero en
muchos sentidos es similar a nuestro hogar galáctico, tanto por su
forma espiral como por la presencia de una franja de estrellas que
atraviesa su centro. Messier 83 es famosa entre los astrónomos por su
gran número de supernovas, las vastas explosiones con que mueren algunas
estrellas.
En
el siglo pasado, seis supernovas fueron observadas en Messier 83, un
número récord que ha sido alcanzado sólo por otra galaxia. Incluso
sin supernovas, Messier 83 es una de las galaxias cercanas y más
brillantes que se pueden ver utilizando prismáticos. Messier 83 ha sido
observada en la parte infrarroja del espectro con HAWK-I.
Al ser observada en luz infrarroja, la mayor parte del polvo que oscurece a Messier 83 se vuelve transparente. El gas brillante alrededor de las estrellas jóvenes y calientes, presente en los brazos espirales, también resalta menos en las imágenes infrarrojas. Como resultado, se puede observar mucho mejor la estructura de la galaxia, así como las vastas hordas de estrellas que la constituyen. Para los astrónomos que buscan cúmulos de estrellas jóvenes es importante contar con una visión clara, especialmente de aquellas estrellas escondidas en áreas de la galaxia donde hay polvo. Estudiar cada cúmulo de estrellas era una de las principales metas científicas de estas observaciones. Al comparar con imágenes previas, la aguda visión de HAWK-I revela muchas más estrellas del interior de la galaxia. La combinación del enorme espejo del VLT, el gran campo de visión, la sensibilidad de la cámara, y las magníficas condiciones de observación del Observatorio Paranal de ESO, hacen de HAWK-I una de las cámaras más poderosas del mundo en infrarrojo cercano. Los astrónomos esperan con entusiasmo su turno para utilizar esta cámara que comenzó sus operaciones en 2007 y poder obtener algunas de las mejores imágenes en infrarrojo tomadas desde la Tierra al cielo nocturno.
Al ser observada en luz infrarroja, la mayor parte del polvo que oscurece a Messier 83 se vuelve transparente. El gas brillante alrededor de las estrellas jóvenes y calientes, presente en los brazos espirales, también resalta menos en las imágenes infrarrojas. Como resultado, se puede observar mucho mejor la estructura de la galaxia, así como las vastas hordas de estrellas que la constituyen. Para los astrónomos que buscan cúmulos de estrellas jóvenes es importante contar con una visión clara, especialmente de aquellas estrellas escondidas en áreas de la galaxia donde hay polvo. Estudiar cada cúmulo de estrellas era una de las principales metas científicas de estas observaciones. Al comparar con imágenes previas, la aguda visión de HAWK-I revela muchas más estrellas del interior de la galaxia. La combinación del enorme espejo del VLT, el gran campo de visión, la sensibilidad de la cámara, y las magníficas condiciones de observación del Observatorio Paranal de ESO, hacen de HAWK-I una de las cámaras más poderosas del mundo en infrarrojo cercano. Los astrónomos esperan con entusiasmo su turno para utilizar esta cámara que comenzó sus operaciones en 2007 y poder obtener algunas de las mejores imágenes en infrarrojo tomadas desde la Tierra al cielo nocturno.