Sábado 12 de Septiembre de 2015
Omega Centauri NGC 5139 es una de las joyas más preciadas en el cielo nocturno del
hemisferio sur terrestre, como se aprecia en esta impresionante imagen.
Este cúmulo globular que contiene millones de estrellas, se localiza a
unos 17.000 años luz de la Tierra, y se localiza en la Constelación de Centaurus ó Centauro.
Brillando a una magnitud de 3,7 y luciendo casi tan grande como la Luna llena en el cielo nocturno del hemisferio austral, Omega Centauri es
visible a simple vista desde un sitio de observación oscuro y despejado.
Incluso a través de un modesto telescopio aficionado, el cúmulo se
muestra como una increíble y densa esfera de estrellas brillantes. Pero
los astrónomos necesitan utilizar todo el poder de los observatorios
profesionales para develar los increíbles secretos de este bello y enorme cúmulo
globular.
Omega Centauri alcanza unos 150 años luz de diámetro y es el más masivo de todos los cúmulos globulares de la Vía Láctea. Se piensa que contiene cerca de de 10 millones de estrellas. Omega Centauri ha sido observado a través de la historia. El gran Ptolomeo y más tarde Johann Bayer, catalogaron al conjunto como una estrella. Fue en los inicios del siglo XIX, cuando el astrónomo británico William Herschel, hijo del descubridor de Urano, se dio cuenta que Omega Centauri era en realidad un cúmulo globular. Los cúmulos globulares son de los grupos más antiguos de estrellas que se encuentran en los halos que rodean las galaxias como nuestra Vía Láctea. Se cree que el propio Omega Centauri debe tener unos 12.000 millones de años. Investigaciones recientes acerca de este fascinante gigante celeste sugieren que hay un agujero negro de tamaño mediano en su centro.
Observaciones realizadas con el Telescopio Espacial Hubble y el Observatorio Gemini revelan que las estrellas en el centro del cúmulo se mueven a una velocidad inusual, según concluyeron los astrónomos, la causa era el efecto gravitacional de un agujero negro masivo con una masa de alrededor de 40.000 veces la del Sol. La presencia de este agujero negro es sólo una de las razones que lleva a algunos astrónomos a sospechar que Omega Centauri es un impostor. Hay quienes creen que en realidad se trata del corazón de una galaxia enana que fue destruida en gran parte por un encuentro con la Vía Láctea. Otra evidencia apunta a las varias generaciones de estrellas presentes en el grupo, algo inesperado en un conjunto globular típico, que supuestamente contiene sólo estrellas de una generación. Cualquiera que sea la verdad, este deslumbrante objeto celestial ofrece tanto a los astrónomos profesionales como a los aficionados una vista increíble en las noches oscuras.
Omega Centauri alcanza unos 150 años luz de diámetro y es el más masivo de todos los cúmulos globulares de la Vía Láctea. Se piensa que contiene cerca de de 10 millones de estrellas. Omega Centauri ha sido observado a través de la historia. El gran Ptolomeo y más tarde Johann Bayer, catalogaron al conjunto como una estrella. Fue en los inicios del siglo XIX, cuando el astrónomo británico William Herschel, hijo del descubridor de Urano, se dio cuenta que Omega Centauri era en realidad un cúmulo globular. Los cúmulos globulares son de los grupos más antiguos de estrellas que se encuentran en los halos que rodean las galaxias como nuestra Vía Láctea. Se cree que el propio Omega Centauri debe tener unos 12.000 millones de años. Investigaciones recientes acerca de este fascinante gigante celeste sugieren que hay un agujero negro de tamaño mediano en su centro.
Observaciones realizadas con el Telescopio Espacial Hubble y el Observatorio Gemini revelan que las estrellas en el centro del cúmulo se mueven a una velocidad inusual, según concluyeron los astrónomos, la causa era el efecto gravitacional de un agujero negro masivo con una masa de alrededor de 40.000 veces la del Sol. La presencia de este agujero negro es sólo una de las razones que lleva a algunos astrónomos a sospechar que Omega Centauri es un impostor. Hay quienes creen que en realidad se trata del corazón de una galaxia enana que fue destruida en gran parte por un encuentro con la Vía Láctea. Otra evidencia apunta a las varias generaciones de estrellas presentes en el grupo, algo inesperado en un conjunto globular típico, que supuestamente contiene sólo estrellas de una generación. Cualquiera que sea la verdad, este deslumbrante objeto celestial ofrece tanto a los astrónomos profesionales como a los aficionados una vista increíble en las noches oscuras.