Viernes 21 de Agosto de 2015
Desde
el Observatorio La Silla, en Chile, el Wide Field Imager capturó
los intrincados remolinos de la galaxia espiral Messier 83, la más
pequeña de las similares a nuestra Vía Láctea. Brillando con la luz de
miles de millones de estrellas y con el resplandor rojo rubí del
hidrógeno, es un bello ejemplo de una galaxia espiral, cuya forma la
llevó a ser apodada el Remolino del Sur. Se encuentra aproximadamente a 15 millones de
años luz de la Tierra hacia la Constelación de Hydra ó Serpiente Marina, la enorme constelación del sur. Su extensión es
de más de 40.000 años luz, es decir, alrededor de 2 veces y media más
pequeña que nuestra Vía Láctea. Sin embargo, Messier 83 tiene bastantes
similitudes con nuestra galaxia. Ambas poseen una barra que cruza su
núcleo galáctico, visible como un denso y esférico conglomerado de
estrellas en el centro de la galaxia.
Esta
imagen, rica en detalles, muestra los brazos espirales de Messier 83
adornados por incontables luces color rubí. Estas son en realidad
inmensas nubes formadas por gas hidrógeno incandescente. La radición
ultravioleta de las estrellas masivas que acaban de nacer está ionizando el
gas en estas nubes, haciendo que las grandes zonas de hidrógeno
produzcan un brillo rojo.
Estas zonas de formación de estrellas constrastan espectacularmente contra el brillo etéreo de las estrellas amarillas más antiguas cercanas al centro de la galaxia. Messier 83 fue descubierta por el astrónomo francés Nicolas Louis de Lacaille a mediados del siglo XVIII. Décadas después fue incluida en el famoso catálogo de objetos del cielo profundo compilado por otro astrónomo francés y famoso cazador de cometas, Charles Messier. Observaciones recientes a esta enigmática galaxia, utilizando luz ultravioleta y ondas de radio, han mostrado que incluso sus zonas externas más despobladas, más lejos todavía de lo que muestra la imagen, están habitadas por estrellas nuevas. Las observaciones con rayos X del corazón de Messier 83 han mostrado que su centro es una intensa caldera de formación de estrellas, mantenidas dentro una nube de gas ultra caliente, con temperaturas de 7 millones de grados Celsius. Messier 83 es también una de las más prolíficas productoras de supernovas, es decir, estrellas que explosionan, esta es una de las dos galaxias que tuvieron 6 supernovas en los últimos 100 años. Una de ellas, SN 1957D, pudo observarse durante 30 años!.
Estas zonas de formación de estrellas constrastan espectacularmente contra el brillo etéreo de las estrellas amarillas más antiguas cercanas al centro de la galaxia. Messier 83 fue descubierta por el astrónomo francés Nicolas Louis de Lacaille a mediados del siglo XVIII. Décadas después fue incluida en el famoso catálogo de objetos del cielo profundo compilado por otro astrónomo francés y famoso cazador de cometas, Charles Messier. Observaciones recientes a esta enigmática galaxia, utilizando luz ultravioleta y ondas de radio, han mostrado que incluso sus zonas externas más despobladas, más lejos todavía de lo que muestra la imagen, están habitadas por estrellas nuevas. Las observaciones con rayos X del corazón de Messier 83 han mostrado que su centro es una intensa caldera de formación de estrellas, mantenidas dentro una nube de gas ultra caliente, con temperaturas de 7 millones de grados Celsius. Messier 83 es también una de las más prolíficas productoras de supernovas, es decir, estrellas que explosionan, esta es una de las dos galaxias que tuvieron 6 supernovas en los últimos 100 años. Una de ellas, SN 1957D, pudo observarse durante 30 años!.