Martes 24 de Marzo de 2015
Hace
más de cincuenta años, una supernova fue descubierta en la Galaxia del Remolino del Sur Messier 83, una
galaxia espiral situada a unos 15 millones de años luz de la Tierra. Los
astrónomos han utilizado el Observatorio de rayos X Chandra para hacer
la primera detección de rayos X emitidos por los restos de esta
explosión. Catalogada como SN 1957D porque era la cuarta supernova que se
descubrió en el año de 1957, es una de las pocas conocidas situadas fuera de la Vía Láctea, la galaxia fue detectada tanto en longitudes de onda de
radio como ópticas, décadas después de que se observó su explosión. En
1981, los astrónomos vieron el remanente de la estrella que explosionó
en ondas de radio, y luego en 1987 se detectaron los restos en
longitudes de onda ópticas, años después de que la luz de la explosión
en sí se hizo indetectable.
Los nuevos datos de rayos X del remanente de SN 1957D proporcionan información importante sobre la naturaleza de esta explosión, los astrónomos creen que sucedió cuando una estrella masiva se quedó sin combustible y colapsó. La distribución de los rayos X sugiere que SN 1957D contiene una estrella de neutrones de giro rápido, estrella densa formada cuando el núcleo colapsó antes de la supernova. Esta estrella de neutrones, o púlsar, puede estar produciendo un afloramiento de partículas cargadas en movimiento, a velocidades cercanas a la de la luz, conocida como nebulosa de viento púlsar. Si se confirma esta interpretación, el púlsar en SN 1957D se observa a una edad de 55 años, uno de los púlsares más jóvenes jamás vistos.
Los nuevos datos de rayos X del remanente de SN 1957D proporcionan información importante sobre la naturaleza de esta explosión, los astrónomos creen que sucedió cuando una estrella masiva se quedó sin combustible y colapsó. La distribución de los rayos X sugiere que SN 1957D contiene una estrella de neutrones de giro rápido, estrella densa formada cuando el núcleo colapsó antes de la supernova. Esta estrella de neutrones, o púlsar, puede estar produciendo un afloramiento de partículas cargadas en movimiento, a velocidades cercanas a la de la luz, conocida como nebulosa de viento púlsar. Si se confirma esta interpretación, el púlsar en SN 1957D se observa a una edad de 55 años, uno de los púlsares más jóvenes jamás vistos.