Domingo 25 de Julio de 2021
Esta imagen, tomada por Alan Dyer en la noche del 11 al 12 de junio de 2021 en Saskatchewan , Alberta, en Canadá, muestra una aurora verde muy distante que atraviesa de lado a lado el horizonte del paisaje terrestre, y sobre ella el cielo se tiñe de un color morado intenso. El término aurora boreal lo acuñó el científico francés Pierre Gassendi en 1621, ya que las tonalidades que observó en el cielo, con motivo de alguna aurora boreal que debió verse en su época en Francia, le recordó a los colores de la aurora del alba, antes de la salida del Sol. En realidad éste fenómeno se produce debido a la interacción del viento solar con los átomos y moléculas presentes en la parte alta de la atmósfera terrestre. Este viento emitido por el Sol transporta partículas que escapan de la superficie solar a velocidades comprendidas entre los 300 y los 800 km/s.
De los puntos más calientes del Sol ubicados en las manchas solares, que curiosamente vemos oscuras sobre su ardiente superficie, surgen potentes eyecciones que atraviesan la corona solar y lanzan al espacio una especie de estornudo de radiación de altas energías. Cuando por casualidad, uno de ellos se dirige hacia la posición que ocupa nuestro planeta en el espacio, se empieza a gestar lo que hemos bautizado como una tormenta solar o geomagnética, que entre otros fenómenos de naturaleza eléctrica, generará auroras polares. El invisible campo magnético de la Tierra desvía esas partículas hacia las regiones polares, donde interactúan con los átomos de hidrógeno, oxígeno y otros gases nobles disociados que se encuentran en la alta atmósfera de nuestro planeta, produciendo auroras de colores tan exóticos como los que vemos en la imagen de Alan Dyer. Detalles técnicos.