Domingo 26 de Enero de 2020


La Luna, aquella que siempre nos acompaña a lo largo de toda la vida y nunca nos abandona, ilumina muchas de nuestras noches y aparece en muchos de nuestros días. La Luna acompaña a la humanidad desde sus principios, incluso antes de la aparición del Homo Sapiens, ya era visible para los dinosaurios, dado que su formación se remonta a los comienzos de la formación del Sistema Solar. Cuando el Sol comenzó a arder, expulsó al espacio gran cantidad de materia formando los discos protoplanetarios, que después fueron los planetas. Parece que la Luna y la Tierra comparten muchos de los materiales de los cuales se componen. Por lo tanto es lógico pensar que la Luna es posiblemente el resultado de una colisión gigantesca entre dos cuerpos de tamaño similar.
La Luna es el primer satélite natural en órbita alrededor del Sol, y también orbita a la Tierra. Es el satélite más grande en relación a su planeta, con un cuarto del tamaño de la Tierra y una 81 parte de su masa. Mide 3.476 kilómetros de diámetro, lo que la convierte en el quinto satélite más grande del Sistema Solar. Con una órbita sincrónica con la Tierra, muestra al planeta siempre la misma cara, es decir, emplea el mismo tiempo en girar sobre sí misma que en dar una vuelta completa alrededor de la Tierra. Casualmente, vista desde la Tierra, tiene el mismo tamaño aparente que el Sol, lo que produce los eclipses solares totales. La Luna es atraída constantemente por la gravedad de la Tierra, pero al ganar velocidad se vuelve a separar, por lo que se dice que tiene una órbita estable y duradera.
El hemisferio visible está marcado con oscuros mares lunares de origen volcánico entre las brillantes montañas antiguas y los destacados cráteres de impacto. A pesar de ser en apariencia el objeto más brillante en el cielo después del Sol su superficie es en realidad muy oscura, con una reflexión similar a la del carbón. Su prominencia en el cielo y su ciclo regular de fases han hecho de la Luna un objeto con importante influencia cultural desde la antigüedad tanto en el lenguaje, como en el calendario, el arte o la mitología. La influencia gravitatoria de la Luna produce las mareas y el aumento de la duración del día. La Luna es el único cuerpo celeste hasta la fecha, en el que el ser humano ha realizado un descenso tripulado. Desde 1972 el ser humano no ha vuelto a entrar en la gravedad de otro cuerpo que no sea la Tierra. Detalles técnicos.
Fotografía Original
Crédito: Sébastien Gozé
Nombre | Magnitud | Datos |
Luna | -12.6 | Solar System Exploration |