Jueves 25 de Abril de 2019


Nos sumergimos en lo más profundo del Triángulo de Pickering Wisp, una de las tres partes en que se divide la Nebulosa del Velo Sh2 103. La imagen respresenta un primer plano a los intrincados filamentos que ha dejado el remanente de supernova gracias a la destreza de Paul C Swift procesando imágenes astronómicas. La Nebulosa del Velo, catalogada como Sh2-103 y fuente de radio W78, es una nebulosa gigante que suele dividirse en 3 grandes áreas, Caldwell 34 que es la parte oriental, contiene la brillante estrella 52 Cygni. Caldwell 33 es la parte occidental de la nebulosa. Finalmente el Triángulo de Pickering Wisp. El conjunto es el antiguo remanente de supernova relativamente débil y expandido cuya estrella progenitora explosionó hace entre 5.000 y 8.000 años. Desde entonces sus restos se han expandido hasta alcanzar el tamaño de 6 veces la Luna llena y su brillo se ha debilitado.


Su distancia de la Tierra no se conoce con precisión, pero el Far Ultraviolet Spectroscopic Explorer FUSE, estima esta distancia en unos 1.470 años luz. El análisis de las emisiones indica la presencia de oxígeno, azufre e hidrógeno. Cuando se captura a gran resolución, como la imagen de arriba, algunas partes aparecen como filamentos. Los astrónomos creen que las ondas de choque que ahora se expanden más lentamente, son tan delgadas que el depósito de gases sólo es visible cuando se ve exactamente de canto, dando la impresión de tratarse de filamentos que están relacionados entre sí. El Velo es conocido entre los astrónomos por ser difícil de observar visualmente, a pesar de tener una magnitud de 7. Sin embargo con un telescopio equipado con un filtro OIII, que aisla la longitud de onda del oxígeno, permitirá al observador ver la nebulosa con claridad. Detalles técnicos.