Viernes 12 de Octubre de 2018
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Porque siempre al final.......¿la Luna? Efectivamente, desde tiempos inmemoriales el ser humano ha admirado nuestro satélite natural. Mirar a la Luna es estimular los sentidos de la vida misma, quizá por ella estamos aquí, y somos tal como nos vemos. Es indudable que la filosofía está inexorablemente unida al firmamento, filósofos de todos los tiempos han mirado el resplandor del cielo nocturno para su inspiración. "La Luna siempre ha sido y será, aquella que nunca me abandonará" es un pensamiento que recorre la mente de aquel que ama el cielo. Por eso Daniel Verschatse, al que recordamos como un amante del cielo y un excelente astrónomo, la ha retratado como vemos en las imágenes, el 13 de Febrero de 2005 desde su casa en los andes chilenos. La Luna es el único satélite natural de la Tierra, el primero desde el Sol, tiene un diámetro ecuatorial de 3474 km, es el quinto satélite más grande del Sistema Solar, mientras que en cuanto al tamaño proporcional respecto a su planeta es el satélite más grande, y después del satélite de Júpiter llamado Ío, es el más denso.
Se encuentra en relación sincrónica con la Tierra, siempre mostrando la misma cara hacia el planeta. El hemisferio visible está marcado con oscuros mares lunares de origen volcánico entre las brillantes antiguas montañas y los destacados astroblemas. A pesar de ser en apariencia el objeto más brillante en el cielo después del Sol, su superficie es en realidad muy oscura, con una reflexión similar a la del carbón. Su prominencia en el cielo y su ciclo regular de fases han hecho de la Luna un objeto con importante influencia cultural desde la antigüedad tanto en el lenguaje, como en el calendario, el arte o la mitología. La influencia gravitatoria de la Luna produce las mareas y el aumento de la duración del día. La distancia orbital de la Luna, cerca de treinta veces el diámetro de la Tierra, hace que se vea en el cielo con el mismo tamaño que el Sol y permite que la Luna cubra exactamente al Sol en los eclipses solares totales. La Luna es el único cuerpo celeste en el que el ser humano ha realizado un descenso tripulado.
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La Tierra y la Luna siguen siendo consideradas un sistema planeta-satélite, en lugar de un sistema doble planetario, ya que su baricentro, está ubicado cerca de 1700 km, aproximadamente un cuarto del radio de la Tierra, bajo la superficie terrestre. Varios mecanismos han sido propuestos para explicar la formación de la Luna hace entre 30 y 50 millones de años luego del origen del Sistema Solar. Estos incluyen la fisión de la Luna desde la corteza terrestre a través de fuerzas centrífugas. La atracción gravitacional de la Luna en estado de formación, que hubiera requerido una extensión inviable de la atmósfera para disipar la energía de la Luna, que se encontraba pasando. Y la co-formación de la Luna y la Tierra juntas en el disco de acreción primordial, que no explica la depleción de hierro en estado metálico. La hipótesis general hoy en día es que el sistema Tierra-Luna se formó como resultado de un gran impacto, un cuerpo celeste del tamaño de Marte colisionó con la joven Tierra, volando material en órbita alrededor de esta, que se fusionó para formar la Luna.
La Luna se aleja unos cuatro centímetros al año de la Tierra, a la vez que va frenando la rotación terrestre. En teoría, dicha separación debería prolongarse hasta que la Luna tardara 47 días en completar una órbita alrededor de nuestro planeta, momento en el cual nuestro planeta tardaría 47 días en completar una rotación alrededor de su eje. Sin embargo, la evolución futura de nuestro Sol puede trastocar este proceso. Es posible que al convertirse nuestra estrella en una gigante roja dentro de varios miles de millones de años, la proximidad de su superficie al sistema Tierra-Luna haga que la órbita lunar se vaya cerrando hasta que la Luna esté a alrededor de 18.000 kilómetros de la Tierra, el llamado "límite de Roche", momento en el cual la gravedad terrestre destruirá la Luna convirtiéndola en unos anillos similares a los de Saturno. De todas formas, el fin del sistema Tierra-Luna es incierto y depende de la masa que pierda el Sol en esos estadios finales de su evolución.
Fotografía Original
Crédito: Daniel Verschatse
Nombre | Magnitud | Datos |
Luna | -12.6 | Solar System Exploration |