Jueves 9 de Agosto de 2018
Los delgados filamentos rojos parecen venas emergiendo del energético remanente de supernova HBH3, que se puede contemplar en esta imagen del Telescopio Espacial Spitzer. El escalofriante paisaje cósmico surgió cuando una estrella masiva explosionó en la fase final de su vida. Las regiones de color blanco característico surgieron del gas molecular que fue barrido por la onda de choque creada tras la explosión, que energizó las moléculas y las hizo brillar en luz infrarroja. Esta brillante nebulosa es parte de las regiones de formación de estrellas W3, W4 y W5, mucho más grandes, que se extienden más allá de los límites de esta imagen. Tanto las regiones de formación de estrellas blancas como los filamentos rojos están en el interior de la Vía Láctea a una distancia de casi 6.400 años luz de distancia de la Tierra.
Los científicos afirman que la explosión original pudo haber ocurrido hace entre 80 mil y un millón de años. En 2016 el telescopio Fermi detectó rayos gamma provenientes de la región, cerca de HBH3. Según la NASA, esta emisión puede surgir del gas en una de las regiones vecinas de formación de estrellas, excitada por las partículas emitidas por la explosión de supernova. Las longitudes de onda infrarrojas de 3,6 micrones han sido asignadas al color azul, y las de 4.5 micras al color rojo. El color blanco de la región de formación de estrellas es una combinación de ambas longitudes de onda, mientras que los filamentos de HBH3 irradian energía sólo en las longitudes de onda infrarrojas de más de 4,5 micras.