Martes 10 de Julio de 2018
La galaxia espiral NGC 3972 está situada a una distancia de 65 millones de años luz de la Vía Láctea, y ubicada en la Constelación de la Osa Mayor. En ésta galaxia fueron descubiertas varias estrellas pulsantes, denominadas variables cefeidas. Estas estrellas parpadean a una velocidad similar a la de su brillo intrínseco, convirtiéndolas en faros cósmicos ideales para medir distancias precisas a galaxias relativamente cercanas. En la Parte central derecha de la imagen tomada por la Wide Field Camera 3 del Telescopio Espacial Hubble presentada aquí, fué descubierta una supernova de tipo Ia catalogada como SN 2011by. Los astrónomos buscan variables Cefeidas en galaxias cercanas que contengan una supernova de Tipo Ia para que puedan comparar el brillo verdadero de ambos tipos de estrellas. Esa información de brillo se usa para calibrar la luminosidad de las supernovas de tipo Ia, en galaxias lejanas para que los astrónomos puedan calcular las distancias de las galaxias desde la Tierra. Una vez que los astrónomos conocen las distancias exactas a las galaxias cercanas y lejanas, pueden determinar y refinar la tasa de expansión del universo.
A ésta distancia, vemos a NGC 3972 tal como era cuando los dinosaurios habitaban la Tierra, dado que su luz ha tardado 65 millones de años en llegar a nosotros. Cuando observamos los objetos del espacio profundo, generalmente galaxias, estamos realmente viajando en el tiempo, y vemos como eran esas galaxias en el pasado. Por ejemplo cuando vemos una galaxia situada a un millón de años luz, la estamos viendo como era hace un millón de años. Por este motivo, las investigaciones llevadas a cabo por los grandes observatorios, terrestres y espaciales, de objetos situados a millones de años luz, son muy importantes si queremos saber como era el Universo en el pasado lejano, pudiendo deducir su evolución y expansión. Sin embargo, las distancias en el Universo son tan grandes que la galaxia de la imagen, NGC 3972, es una de las vecinas, de las que no pertenecen a nuestro Grupo Local, más próximas a la Vía Láctea. En el espacio ésta distancia es relativamente corta, pero para la vida en la Tierra es enorme. A los humanos en general nos cuesta asimilar tales distancias, en consecuencia se usan medidas de distancia gigantescas como el año luz.