Jueves 31 de Mayo de 2018
Pocos objetos del cielo han sido tan correctamente nombrados como la Nebulosa Pata de Gato, una nube de gas radiante que parece la gigantesca huella de un gato cósmico recorriendo el Universo. El astrónomo británico John Herschel fue quien primero registró a NGC 6334, en el año 1837, durante su estancia en Sudáfrica. Si bien usó uno de los telescopios más grandes del mundo en su tiempo, al parecer Herschel sólo notó la parte más brillante de la nube, que se observa aquí hacia arriba a la izquierda. NGC 6334 está a unos 5.500 años luz de distancia de la Tierra en dirección a la Constelación de Escorpión, y cubre un área del cielo un poco mayor que la Luna llena. La nube de gas completa tiene de cerca de 50 años luz de extensión. La nebulosa aparece de color rojo pues su luz azul y verde es dispersada y absorbida más eficientemente por el material que existe entre la nebulosa y la Tierra. La luz roja proviene predominantemente de gas hidrógeno incandescente bajo el intenso resplandor de estrellas jóvenes y calientes. NGC 6334 es una de las zonas de formación de estrellas masivas más activas de la Vía Láctea y ha sido extensamente estudiada por los astrónomos.
La nebulosa oculta estrellas azules brillantes recién nacidas, cada una con una masa equivalente a unas diez veces la de nuestro Sol, surgidas en los últimos millones de años. La zona es también hogar de varias estrellas recién nacidas profundamente ocultas en el polvo, por lo que se hace difícil estudiarlas. En total, la Nebulosa Pata de Gato puede contener varias decenas de miles de estrellas. Particularmente asombrosa es la complicada burbuja roja en la parte de izquierda, abajo en la imagen. Parece ser más probablemente una estrella expeliendo una gran cantidad de materia a alta velocidad, casi al final de su vida, que el remanente de una estrella que ya ha explosionado. Este retrato de la Nebulosa Pata de Gato fue creado a partir de imágenes tomadas con el instrumento Wide Field Imager (WFI) instalado en el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros en el Observatorio La Silla en Chile, combinando imágenes obtenidas a través de filtros azules, verdes y rojos, así como con un filtro especial diseñado para pasar a través de la luz del hidrógeno incandescente.
La nebulosa oculta estrellas azules brillantes recién nacidas, cada una con una masa equivalente a unas diez veces la de nuestro Sol, surgidas en los últimos millones de años. La zona es también hogar de varias estrellas recién nacidas profundamente ocultas en el polvo, por lo que se hace difícil estudiarlas. En total, la Nebulosa Pata de Gato puede contener varias decenas de miles de estrellas. Particularmente asombrosa es la complicada burbuja roja en la parte de izquierda, abajo en la imagen. Parece ser más probablemente una estrella expeliendo una gran cantidad de materia a alta velocidad, casi al final de su vida, que el remanente de una estrella que ya ha explosionado. Este retrato de la Nebulosa Pata de Gato fue creado a partir de imágenes tomadas con el instrumento Wide Field Imager (WFI) instalado en el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros en el Observatorio La Silla en Chile, combinando imágenes obtenidas a través de filtros azules, verdes y rojos, así como con un filtro especial diseñado para pasar a través de la luz del hidrógeno incandescente.