Martes 8 de Mayo de 2018
MERLIN es una misión de minisuncio climático de colaboración francoalemana. El objetivo principal es obtener gradientes espaciales y temporales de columnas de metano atmosférico (CH 4) con una precisión sin precedentes a escala global. Metano (CH 4) y dióxido de carbono (CO 2) ambos causan calentamiento global, aunque el impacto del metano es 25 veces más poderoso que el del dióxido de carbono en un período de tiempo de 100 años. Ahora, en un momento en que se discute mucho acerca de que la humanidad es directamente responsable del aumento en la emisión de gases de efecto invernadero, los niveles de emisión de metano ya superan ampliamente a los de dióxido de carbono. Desde los tiempos preindustriales, la cantidad de metano en la atmósfera se ha más que duplicado, mientras que el crecimiento en los niveles de dióxido de carbono durante el mismo período ha sido sólo del treinta por ciento. El metano es después del dióxido de carbono el gas de efecto invernadero antropogénico más fuerte. Las emisiones de metano son causadas por actividades humanas, así como por fuentes naturales, por ejemplo, de arrozales, cría de animales, descomposición de biomasa, vertederos o generación de energía. Las fuentes naturales incluyen pantanos y marismas, así como descongelación del permafrost.
Junto con el dióxido de carbono, el metano es uno de esos gases para los cuales el Protocolo de Kioto estipula que se deben lograr recortes. Un problema importante en la comprensión de los procesos fuente y sumidero de CH 4 es la falta de mediciones globales precisas del CH 4 atmosférico. Las observaciones in situ basadas en tierra son insuficientes porque la red de medición existente es demasiado gruesa. Las regiones de origen de importancia clave para el ciclo mundial del CH 4, como el permafrost del Ártico, los bosques boreales y los humedales tropicales, son de difícil acceso; por lo tanto, están subrepresentados o no están muestreados en absoluto. Por lo tanto, es necesario aplicar técnicas de medición espacial para obtener cobertura global con alta precisión. Hoy, GOSAT (satélite de observación de gases de efecto invernadero) de JAXA, tiene la capacidad de medir el CH 4 del espacio. La estrategia de observación se basa en la medición de los espectros de la luz solar retrodispersada por la superficie y la atmósfera de la Tierra en la región espectral infrarroja de onda corta. El principal problema de estos métodos pasivos es que las capas de aerosol no detectadas o las nubes finas de hielo producen errores de medición sistemáticos de magnitud desconocida, como resultado de la complejidad de los algoritmos de recuperación y la disponibilidad limitada de mediciones independientes para la validación.
Para contrarrestar estas limitaciones, se propuso el uso de instrumentos activos de detección remota como el IPDA (Absorción Diferencial de Trayectoria Integrada) LIDAR. Los datos que recopilará el satélite climático MERLIN desde la órbita, permitirán a los científicos de los dos países miembros, extraer conclusiones sobre las distintas fuentes de emisiones de metano. ¿Cuál es el impacto de los niveles crecientes de producción de energía? ¿Cuáles son las implicaciones cuando los tractos de permafrost liberan metano a medida que comienzan a descongelarse? Sobre todo, ¿cuáles son las implicaciones para nuestro clima? MERLIN es una misión conjunta de DLR (Administración Espacial Alemana) y CNES (Agencia Espacial Francesa), donde Alemania está desarrollando y construyendo el instrumento metanero LIDAR (Detección y determinación de la luz), mientras que Francia proporciona la plataforma satelital Myriade Evolutions y el control de la misión. Se establecerán actividades conjuntas de procesamiento de datos y ciencia en Francia y Alemania.