Domingo 19 de Junio de 2016
¿Está atrapada esta galaxia en una telaraña de polvo? No, lo parece pero se encuentra muy alejada al fondo. Sin embargo, en este paisaje cósmico abundan las estrellas puntiagudas y las formas espeluznantes. El campo de visión abarca aproximadamente una Luna llena en el cielo de la Constelación de Pegaso. Las estrellas más brillantes muestran rayos de difracción, el conocido efecto causado por los soportes internos de los telescopios de reflexión, y se encuentran dentro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Las tenues pero omnipresentes nubes de polvo interestelar navegan por encima del plano galáctico y reflejan ligeramente la luz estelar combinada de nuestra galaxia.
Conocidas como cirros de elevada latitud o nebulosas de flujo integrado IFN, las tenebrosas formas se asocian a nubes moleculares. En este caso, rellena la escena una nube difusa catalogada como MBM 54 que está a menos de 1.000 años luz de distancia de la Tierra. La galaxia aparentemente enredada en el polvo es la galaxia espiral NGC 7497 y se encuentra a unos 60 millones de años luz de nosotros. Los brazos espirales y las franjas de polvo de NGC 7497, se ven cerca del centro de una galaxia que posa casi de canto, reflejan los colores de las estrellas y el polvo de la Vía Láctea. En ésta imagen el norte está 70º a la izquierda de la vertical.