Lunes 14 de Septiembre de 2015
Una
observación récord de dos horas de Júpiter usando una nueva técnica de
corrección de imágenes, permitió obtener la imagen más nítida del
planeta que se haya tomado desde la Tierra. Las 265 instantáneas
obtenidas con el instrumento prototipo MAD, del Very Large Telescope ubicado en Paranal, revelan cambios en la neblina de Júpiter, probablemente
como resultado de una conmoción global ocurrida en el planeta hace más
de un año. Ser capaces de corregir las distorsiones atmosféricas en
imágenes de campo amplio ha sido el sueño de científicos e ingenieros
durante décadas. Las imágenes de Júpiter demuestran los alcances
de la avanzada tecnología utilizada por MAD Demostrador de Óptica
Adaptativa Multi-Conjugada, que usa dos o más estrellas guías, en vez
de una, como referencias para evitar distorsiones causadas por la
turbulencia atmosférica sobre un campo de visión treinta veces más
grande que lo que permiten las técnicas existentes.
"Este tipo de óptica adaptativa tiene una gran ventaja para mirar objetos grandes, tales como planetas, cúmulos estelares o nebulosas", dice el investigador principal Franck Marchis, de UC Berkeley y el Instituto SETI en Mountain View, California, EE.UU. "Mientras la óptica adaptativa normal ofrece una excelente corrección para un pequeño campo de visión, MAD entrega una buena corrección sobre un área más grande del cielo. Y de hecho, si no fuera por MAD, no habríamos podido realizar estas asombrosas observaciones". MAD permitió a los investigadores observar Júpiter durante casi dos horas, una duración récord según el equipo de observación. Los sistemas de óptica adaptativa convencionales que usan una sola luna de Júpiter como referencia no pueden monitorear Júpiter por tanto tiempo porque la luna se mueve demasiado lejos del planeta. El Telescopio Espacial Hubble no puede observar Júpiter continuamente por más de unos 50 minutos, debido a que su visión es bloqueada regularmente por la Tierra.
Utilizando MAD, los astrónomos rastrearon dos de las lunas más grandes de Júpiter, Europa e Ío, una a cada lado del planeta, para proveer una buena corrección a través del disco completo del planeta. "Fue la observación más desafiante que realizamos con MAD, porque teníamos que seguir con gran precisión dos lunas moviéndose a diferentes velocidades, al mismo tiempo que perseguíamos a Júpiter", dice Marchetti. Con esta serie única de imágenes, el equipo encontró una alteración muy importante en el brillo de la neblina ecuatorial, que se encuentra en un cinturón de 16.000 kilómetros de ancho sobre el ecuador de Júpiter. Más luz solar reflejándose desde la neblina atmosférica superior significa que la cantidad de neblina ha aumentado, o que ha subido a altitudes superiores. "La porción más brillante se había movido al sur en más de 6.000 kilómetros", explica el miembro del equipo, Mike Wong. "El cambio que vemos en la neblina podría estar relacionado con grandes cambios en los patrones de nubes asociados con una gran conmoción planetaria ocurrida el último año, pero necesitamos examinar más datos para determinar con precisión cuándo ocurrieron los cambios", declara Wong.
"Este tipo de óptica adaptativa tiene una gran ventaja para mirar objetos grandes, tales como planetas, cúmulos estelares o nebulosas", dice el investigador principal Franck Marchis, de UC Berkeley y el Instituto SETI en Mountain View, California, EE.UU. "Mientras la óptica adaptativa normal ofrece una excelente corrección para un pequeño campo de visión, MAD entrega una buena corrección sobre un área más grande del cielo. Y de hecho, si no fuera por MAD, no habríamos podido realizar estas asombrosas observaciones". MAD permitió a los investigadores observar Júpiter durante casi dos horas, una duración récord según el equipo de observación. Los sistemas de óptica adaptativa convencionales que usan una sola luna de Júpiter como referencia no pueden monitorear Júpiter por tanto tiempo porque la luna se mueve demasiado lejos del planeta. El Telescopio Espacial Hubble no puede observar Júpiter continuamente por más de unos 50 minutos, debido a que su visión es bloqueada regularmente por la Tierra.
Utilizando MAD, los astrónomos rastrearon dos de las lunas más grandes de Júpiter, Europa e Ío, una a cada lado del planeta, para proveer una buena corrección a través del disco completo del planeta. "Fue la observación más desafiante que realizamos con MAD, porque teníamos que seguir con gran precisión dos lunas moviéndose a diferentes velocidades, al mismo tiempo que perseguíamos a Júpiter", dice Marchetti. Con esta serie única de imágenes, el equipo encontró una alteración muy importante en el brillo de la neblina ecuatorial, que se encuentra en un cinturón de 16.000 kilómetros de ancho sobre el ecuador de Júpiter. Más luz solar reflejándose desde la neblina atmosférica superior significa que la cantidad de neblina ha aumentado, o que ha subido a altitudes superiores. "La porción más brillante se había movido al sur en más de 6.000 kilómetros", explica el miembro del equipo, Mike Wong. "El cambio que vemos en la neblina podría estar relacionado con grandes cambios en los patrones de nubes asociados con una gran conmoción planetaria ocurrida el último año, pero necesitamos examinar más datos para determinar con precisión cuándo ocurrieron los cambios", declara Wong.
Crédito: ESO / F. Marchis, M. Wong, E. Marchetti, P. Amico, S. Tordo
Nombre | Magnitud | Datos |
Júpiter | -2.94 | Solar System Exploration |