Domingo 31 de Mayo de 2015
Ilustrando
el poder de la astronomía de longitud de onda submilimétrica, una
imagen de APEX muestra cómo una burbuja de gas ionizado, de unos diez
años luz de extensión, se expande causando que el material circundante
colapse en densas concentraciones, que son los lugares de nacimiento de
nuevas estrellas. La luz submilimétrica es la clave para revelar parte
del material más frío del Universo, como es el caso de estas nubes frías
y densas. La zona, llamada RCW 120, está a unos 4.200 años luz de la Tierra, hacia la Constelación de Scorpius ó Escorpión. Una estrella caliente y
masiva en su centro está emitiendo enormes cantidades de radiación
ultravioleta, que ioniza el gas circundante, sacando los átomos de
hidrógeno de los electrones y produciendo el brillo rojo característico
de la llamada emisión H-alfa.
En
la medida que esta zona ionizada se expande hacia el espacio, la onda
expansiva asociada barre una capa del frío gas interestelar y el polvo
cósmico circundantes. Esta capa se torna inestable y colapsa bajo su
propia gravedad en densas concentraciones, formando frías y densas nubes
de hidrógeno donde nacen nuevas estrellas. Sin embargo, cuando las
nubes aún están muy frías, con temperaturas cercanas a los -250ºC, el débil brillo que emiten sólo puede ser visto a longitudes de
onda submilimétricas. La luz submilimétrica es por tanto vital para
estudiar las etapas más tempranas del nacimiento y vida de las
estrellas.
Fotografía original
Crédito: ESO / APEX / DSS2 / SuperCosmos / Deharveng (LAM) / Zavagno (LAM)
Nombre | RA | DEC | Datos |
RCW 120 / Sh2-3 | 17:12:24.0 | -38º 28' 00'' | Simbad |