Martes 14 de Abril de 2015
Las
galaxias de las Antenas, también catalogadas como NGC 4038 y NGC 4039, son un
dúo de galaxias en colisión distorsionadas, ubicadas a unos 70 millones
de años luz de distancia, en la Constelación de Corvus ó el Cuervo. Esta imagen
muestra observaciones de ALMA, realizadas en dos longitudes de onda
diferentes durante la fase inicial de pruebas del observatorio,
combinadas con observaciones en luz visible obtenidas con el Telescopio Espacial Hubble. La imagen del Hubble es la visión más nítida
de este objeto lograda hasta ahora y sirve como referencia en términos
de resolución. ALMA observa en longitudes de onda mucho mayores lo que
hace más difícil obtener imágenes con una resolución comparable. Sin
embargo, cuando el conjunto completo de ALMA esté operativo, su
visión será hasta diez veces más nítida que la de Hubble.
Mientras
la luz visible, representada principalmente con el color azul, revela
las estrellas recién nacidas dentro de la galaxia, la imagen de ALMA
revela objetos invisibles en esa longitud de onda, como las densas nubes
de gas frío donde se forman las estrellas.
Las observaciones de ALMA representadas en rojo, rosado y amarillo, fueron realizadas en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas específicas, las bandas 3 y 7 de ALMA, ajustadas para detectar moléculas de monóxido de carbono en las nubes de hidrógeno donde se forman las estrellas. Masivas concentraciones de gas se encuentran no solo en el corazón de cada galaxia, sino también en la caótica región donde están colisionando ambas galaxias. Aquí, la cantidad total de gas es de miles de millones de veces la masa de nuestro Sol, una rica reserva de material para futuras generaciones de estrellas. Observaciones como estas serán vitales para ayudar a los astrónomos a entender de qué manera las galaxias en colisión pueden disparar el nacimiento de nuevas generaciones de estrellas. Este es sólo un ejemplo de cómo ALMA revela partes del Universo que no pueden ser detectadas por los telescopios ópticos e infrarrojos ubicados en Tierra y en el espacio.
Las observaciones de ALMA representadas en rojo, rosado y amarillo, fueron realizadas en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas específicas, las bandas 3 y 7 de ALMA, ajustadas para detectar moléculas de monóxido de carbono en las nubes de hidrógeno donde se forman las estrellas. Masivas concentraciones de gas se encuentran no solo en el corazón de cada galaxia, sino también en la caótica región donde están colisionando ambas galaxias. Aquí, la cantidad total de gas es de miles de millones de veces la masa de nuestro Sol, una rica reserva de material para futuras generaciones de estrellas. Observaciones como estas serán vitales para ayudar a los astrónomos a entender de qué manera las galaxias en colisión pueden disparar el nacimiento de nuevas generaciones de estrellas. Este es sólo un ejemplo de cómo ALMA revela partes del Universo que no pueden ser detectadas por los telescopios ópticos e infrarrojos ubicados en Tierra y en el espacio.