Martes 31 de Marzo de 2015
La Nebulosa Rosetta no es la única nube cósmica de gas y de polvo que evoca
la imagen de una flor, pero es la más famosa. Al borde de una gran nube
molecular que hay en Monoceros, a unos 5.000 años luz de distancia, los
pétalos de esta rosa son en realidad una guardería estelar con una
forma simétrica y preciosa esculpida por los vientos y la radiación
procedentes de su cúmulo central de estrellas jóvenes y calientes.
Las
estrellas de este cúmulo están catalogadas como NGC 2244 y están a tan
sólo unos pocos millones de años de distancia de la cavidad central de
la nebulosa Roseta, catalogada como NGC 2237 que tiene unos 50 años luz
de diámetro. La nebulosa se puede ver de primera mano con un pequeño
telescopio en la Constelación de Monoceros ó Unicornio.