Jueves 5 de Febrero de 2015
En
medio de un contexto de lejanas galaxias, la majestuosa espiral
polvorienta NGC 3370 se vislumbra en primer plano en esta imagen del Telescopio Espacial Hubble. Las observaciones recientes tomadas con la
Cámara Avanzada muestran la estructura compleja del brazo espiral
marcada por las áreas calientes de nueva formación estelar. Pero esta
galaxia es mucho más que una cara bonita. Casi 10 años antes, NGC 3370 localizada en la Constelación de Leo ó León, fue anfitriona de una supernova. En
noviembre de 1994, a la luz de una supernova en la cercana NGC 3370
llegó a la Tierra.
Este breve estallido estelar eclipsó todas las decenas de miles de millones de otras estrellas en su galaxia. Aunque las supernovas son comunes, con una explosión cada pocos segundos en algún lugar del universo, ésta era especial. Designada SN 1994ae, esta supernova fue una de las supernovas mejor observadas desde la aparición de los detectores digitales modernos. La supernova fue también miembro de una subclase especial de supernovas, los mejores astrónomos la utilizan de herramienta para trazar la tasa de crecimiento de expansión del universo.
Este breve estallido estelar eclipsó todas las decenas de miles de millones de otras estrellas en su galaxia. Aunque las supernovas son comunes, con una explosión cada pocos segundos en algún lugar del universo, ésta era especial. Designada SN 1994ae, esta supernova fue una de las supernovas mejor observadas desde la aparición de los detectores digitales modernos. La supernova fue también miembro de una subclase especial de supernovas, los mejores astrónomos la utilizan de herramienta para trazar la tasa de crecimiento de expansión del universo.